La expresidenta Cristina Fernández tendrá hoy la segunda comparecencia ante el tribunal oral que la juzga por supuestos casos de corrupción en la adjudicación de obras públicas. Pese al pedido, y posterior autorización del juzgado, para ausentarse, en el entorno de la exmandataria se aseguró esta mañana que podría asistir a la audiencia.
Los cargosEn el proceso, que se espera dure en torno a un año, Fernández está acusada de liderar una asociación ilícita que defraudó al Estado concediendo de forma ilegal contratos de obras públicas en la provincia sureña de Santa Cruz durante su mandato presidencial, entre 2007 y 2015.
La fiscalía alega que unos 50 de esos contratos de infraestructuras beneficiaron a Lázaro Báez, un empresario cercano a Fernández y a su fallecido marido, Nestor Kirchner, que también fue su predecesor en la presidencia. Los fiscales también afirman que se asignó a Báez una cantidad desproporcionada de obras en la provincia, varios proyectos registraron sobrecostes y muchos nunca se terminaron.
Fernández, de centroizquierda, ha negado las acusaciones y descrito el juicio como una cortina de humo política. Ella acusa al gobierno de su sucesor, el conservador Mauricio Macri, de perseguirla con la esperanza de distraer a los votantes de los problemas económicos de Argentina y socavar su popularidad.
Los acusados
En el juicio actual hay 13 acusados, entre los que están la populista Fernández, su exministro de Planificación, Julio de Vido; su exsecretario de Obras Públicas, José López, y otras personas que ocuparon cargos durante su gobierno y el de su marido.
Las vistas continuarán en las próximas semanas, aunque se espera que Fernández solo vuelva a la sala para prestar declaración al final del juicio, cuando tendrá oportunidad de hablar antes del veredicto.
Más de 120 testigos serán llamados a declarar. Entre ellos está el exjefe de gabinete de la expresidenta, Albert Fernández, que ahora es el número uno de la lista electoral de su partido.