Mientras esto transcurría y los nervios de la, hasta ahí, estudiante del Instituto Montoya, iban en aumento por no poder rendir, César, una persona que se dedica a realizar pasacalles a mano y que había sido contratado por la familia para colgar el tradicional cartel de felicitaciones, ofreció su teléfono para que Araceli pueda ser evaluada.
La joven, oriunda de Eldorado, en ese sentido contó a La Voz de Misiones: “Pasó algo extraordinario, cayó internet, yo no sabía nada ni del cartel, ni de las sorpresas, eran las 11.30 y me tocaba rendir, no me podía conectar de ninguna forma y no podía rendir, el examen arrancó y nadie sabía nada de mi, encima era mi cumpleaños, en ese momento mi marido me pasó un celular que sí funcionaba, pensé que era de un vecino y me conecté”.
Cesar, que además es profesor de beach voley contó: “Yo estaba colgando el cartel, cuando el esposo de Araceli me contó la situación. Fue en ese momento que saqué mi celular y se lo ofrecí al marido. Pasaron los minutos y, como no salían más afuera de la casa, me retiré del lugar porque tenía otro trabajo. Yo dije: ‘No puede ser que no se reciba porque no tiene conexión’”. Fue así que el hombre le dejó su aparato móvil a dos desconocidos.
Finalmente, Araceli aprobó, se recibió y expresó: “Terminé, los profes me felicitaron, salí afuera, me encontré con el cartel y me emocioné porque mi familia está muy lejos en Eldorado, leer los nombre me pegó mucho. Cuando pregunté de quién es el teléfono me dijeron que era del señor del cartel y ahí me quebré, empecé a llorar, gracias a él me recibí, me hizo un favor increíble, fue mi ángel de ese momento”.
En agradecimiento, y ante la cámara de LVM, la flamante psicopedagoga le regaló a su salvador