La idea base de este film surgió a partir de una larga convalecencia que Lata Mani tuvo que soportar, luego de un fuerte accidente automovilístico que sufrió en San Francisco, Estados Unidos. «Ella tomó esa experiencia como una posibilidad para aprender y reflexionar desde su formación como historiadora, marxista y feminista», explicó Grandi.
Los escritos que Mani recopiló a lo largo de siete años, fueron trabajados por ambos realizadores, para darle forma a lo que finalmente es el filme, y que luego también se extendió en su contenido a un libro del artista y una web, ya que «La poética de la fragilidad», es un proyecto transmedia que actualmente también incorpora instalaciones.
«Nos salimos de lo biográfico y llevamos la propuesta hacia un concepto más cercano a la vivencia y sensación que cada uno de nuestros cuerpos puede atravesar. Por eso convocamos a diferentes personas para que encarnen esos textos», sostuvo el realizador.
Grandi también participó de la tercera jornada de Cine Joven Comunitario en la Sala Incaa de Oberá, junto a niños, niñas y adolescentes del BOP 17 y el ITEC 1 de Posadas y otros de localidades de Leandro N. Alem y Santa Ana.
Tomando como disparadores varias piezas audiovisuales artísticas y documentales, el realizador charló con los asistentes sobre las posibilidades narrativas de las historias cotidianas y de la necesidad de contar sus propias vivencias.
Propuesta transdisciplinaria
Respecto al desarrollo multiplataforma, añadió que la búsqueda de lo transdisciplinario apunta a que los distintos lenguajes artísticos dialoguen entre sí, y no se encierren en algo estanco. “Ya habíamos hecho una experiencia similar en el proyecto audiovisual De Sidere 7. Y para «La poética de la fragilidad», decidimos ampliar la propuesta porque lo transdisciplinario amplía la capacidad de recepción. Con la película, el libro y la web, se proponen distintas dinámicas de exploración y de experiencia», indicó Grandi.
Respecto de la proyección de su película en el Encuentro Oberá en Cortos, Nicolás Grandi, relató que “fue hermoso e inesperado la recepción que tuvo la película. Confirma cada vez más que éste es un proyecto, un espacio necesario para estos tiempos, por la apertura y receptividad que hay en la gente. Hubo apreciaciones muy sensibles e interesantes», destacó.
En Oberá en Cortos también se realizó el Taller de Video Poesía en el marco de las capacitaciones del Laboratorio Guayrá, y cuya finalidad fue explorar las posibles relaciones entre imágenes, los textos y los sonidos y crear una obra colectiva.
“La poesía tiene la capacidad de hacernos ver cosas que no estaban delante de la cámara, se despega del uso clásico de la imagen filmada, para aportarle nuevas capas de posibilidades», subrayó el realizador.