El PT decidió registrar la candidatura del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva al Palacio del Planalto el 15 de agosto, último día establecido por la Ley Electoral, aunque esté preso en esta fecha. El cronograma del partido prevé la reanudación de las caravanas de Lula por el país porque, si se le impide disputar la elección, su nombre sólo será cambiado a última hora.
Los dirigentes y parlamentarios del PT temen el encogimiento de la leyenda en las urnas, pero evalúan que cuanto más Lula haga campaña en las calles, envuelta por el discurso de la victimización, el mayor potencial tendrá que transferir votos para eventual sustituto. Hasta ahora, sólo hay dos nombres cotizados para ese puesto en las filas petistas: el del ex gobernador de Bahía Jaques Wagner y el del ex alcalde de Sao Paulo Fernando Haddad.
Con esta estrategia, el PT pretende radicalizar el discurso de que el ex presidente es víctima de persecución política para sacarlo del juego, aun sabiendo de todas las dificultades para revertir la decisión del Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF- 4), que lo condenó a 12 años y un mes de prisión.
Cuatro integrantes del Tribunal Superior Electoral (TSE) escuchados por el Estado dijeron que la Corte deberá dar prioridad máxima en la evaluación del registro de la candidatura petista. El calendario electoral prevé que esta inscripción debe ser juzgada por el TSE hasta el 17 de septiembre.
La Ley de la Ficha Limpia define que serán considerados inelegibles políticos con decisión de órgano judicial colegiado -como es el caso de la 8ª Clase del TRF-4, que condenó a Lula- por crímenes contra la administración pública y de lavado o ocultación de bienes, por ejemplo. La condena de Lula fue por corrupción pasiva y lavado de dinero en el caso del triplex de Guarujá (SP).
Los petistas ya fueron informados de que, sin una liminar – del propio TRF-4, del Superior Tribunal de Justicia (STJ) o del Supremo Tribunal Federal – suspendiendo la inelegibilidad de Lula, las posibilidades de que el TSE acepte el registro de su candidatura es mínimo.
Para el abogado electoral Fabrício Medeiros, hay una "clara exploración política" del caso. "Aunque la ley electoral no ve la solicitud de registro de aspirante a candidato condenado criminalmente por órgano colegiado, el hecho es que, en el caso específico del ex presidente, esa iniciativa revela otro intento de jugar con los plazos y con la legislación" .
Los integrantes del TSE dijeron al Estado que la insistencia del PT en registrar la candidatura de Lula puede causar restricciones y dificultar la formación de alianzas. Uno de ellos llegó a afirmar que una eventual prisión del ex presidente compromete la articulación política en torno a un "candidato muerto vivo".
En la evaluación del PT, sin embargo, la estrategia puede servir tanto como palanca para la defensa de Lula como para diseminar la idea de que hay una "cacería" contra él. "Todo ello repercute tanto en Brasil como internacionalmente, ampliando la percepción de las personas sobre esa persecución que está ocurriendo", argumentó el líder del PT en la Cámara, Paulo Pimenta (RS), para quien la aprehensión del pasaporte de Lula, ordenada por el juez Ricardo Leite, de la Justicia Federal en Brasilia, fue una medida "cobarde e imperial".
(Por TAROBÁNEWS)