Richard Malán, responsable del Centro Único de Coordinación de Ablaciones e Implantes de Misiones y titular del Banco de Sangre, expresó: “La nueva norma (Ley Justina) puesta en vigencia en agosto pasado vino a regular varios aspectos. Hubo ciertos debates con un par de artículos en particular que tienen que ver con la figura del donante”.
A partir de la aprobación y posterior implementación de la Ley Justina, todo mayor de 18 años residente en Argentina es donante de órganos a no ser que exprese lo contrario en vida a través de un registro nacional del INCUCAI
“Nosotros consideramos que la nueva ley le quita responsabilidad a la familia de decidir en un momento tan difícil”, expresó. Sin embargo, aseguró que alrededor de un 80% de la población tiene una adhesión “muy positiva” hacia esta nueva regulación en cuanto a la donación y los trasplantes. Asimismo, Malán destacó la comunicación y la buena recepción de la gente ante los mensajes que se transmiten sobre la importancia de donar. “Nosotros queremos que la donación se convierta en algo sanador y que ayude a superar ese duelo. Que tenga un efecto positivo”, afirmó.
En cuanto al donante, para que sea “ideal” debe ser una persona con un apto historial médico, sana y joven, que no haya tenido enfermedades ni ningún tipo de problemas, así lo explicó Malán. “La gente cree que la mayoría de los donantes vienen de accidentes, pero la verdad es que provienen de distintas enfermedades como hipertensión y accidentes cerebro vasculares”, dijo. Por ello es que siempre se tienen límites que impiden implantar todos los órganos.
Un cimiento muy importante al hablar de la implementación de esta nueva ley es el nivel de infraestructura y logística que se pone en marcha cada vez que se necesite realizar estos procedimientos médicos. Particularmente en Misiones, “el paso a paso determinante que se debe seguir para el correcto accionar se logra desde hace ya mucho tiempo y por ello en la provincia ha crecido la tasa de donantes”, aseveró.
Sobre la implementación de la Ley Justina en Misiones, Malán explicó que existe un protocolo de actuación que requiere de una preparación especial por parte de los entrevistadores que toman contacto con las familias de la persona fallecida. Con estas normativas se prevé que el accionar se ejecute de buena manera y rápidamente.
Fuente: A.B.V.