El trabajador municipal fue ultimado de una puñalada en el cuello el pasado 18 de marzo a pocos metros de su vivienda, en camino al Jardín de los Pájaros en donde prestaba sus servicios. Se destacó además, el ensañamiento en el asesinato, debido a que el cuerpo presentaba golpes y escoriaciones.
En principio, los investigadores detuvieron a uno de sus hijos, Julio Alberto de Jesús de 32 años. El hombre fue trasladado a los pocos días a los pasillos del Juzgado de Instrucción de San Ignacio y, ante el Magistrado Pedro Piriz, se abstuvo de declarar.
El acusado estuvo bajo la mira de la policía a raíz de denuncias y amenazas previas, en relación a la conflictiva relación que mantenía con su padre. En este sentido, Misione Online dialogó con Analía Chemes, otra de las hijas de la víctima, quien confirmó esos dichos.
La mujer aseguró que su padre, Juan Chemes, le cuestionaba a sus hijos el mal trato que tenían con sus nietos, a quienes aparentemente, los progenitores maltrataban.
Cabe recordar que durante esta semana, Milagros Chemes (21), a través de su abogado defensor, confesó la autoría del crimen de su padre y dejó una carta manuscrita con los detalles y motivos del sangriento asesinato.
En relación a ello, Analía no se extrañó con la posible participación de su hermana en el asesinato de su padre ya que, manifestó que la joven de 21 años “amenazaba de muerte a mi papá porque él le cuestionaba la manera de criar a sus hijos”.
Según trascendió, Milagros habría dejado una carta manuscrita en hoja A4 en la cual resaltaba sus motivos para acabar con la vida de su padre. Ese escrito, fue secuestrado por los efectivos policiales y remitido a la División Policía Científica UR-II a los fines de realizar pericias caligráficas
Lo cierto es que la muchacha se encuentra detenida y en las próximas horas será trasladada al Juzgado de Instrucción para prestar declaración indagatoria ante el Magistrado interviniente y se prevé será imputada por homicidio calificado.
Por último, la entrevistada hizo hincapié a la desaparición de los setenta mil pesos con los que contaba Juan Chemes aquella madrugada, destinados al pago de unas deudas. «La plata sigue sin aparecer».