El fútbol, un mundo donde el hombre fue la figura desde sus inicios, fue abriendo sus puertas a las mujeres a cuenta gotas, pero en los últimos años esos pasos pasaron a ser saltos. En ese mundo, una joven obereña se abrió paso y sin darse cuenta se convirtió en una pionera. Además, dentro de ese mismo mundo, eligió meterse en otro aún más complicado, el del arbitraje. Se trata de Estela Álvarez de Olivera, quien en fue la primera árbitra en el Federal A y en 2009 fue la primera en dirigir un partido en el Nacional B, haciendo historia en el fútbol argentino (la única hasta la fecha además).
Antes de ese debut en la segunda categoría del fútbol argentino, Estela venía dirigiendo partidos del Federal A y fue designada para varios torneos de Sudamérica, pasó por el Mundial Femenino de China en el 2007, Juegos Olímpicos 2008 y Mundial Femenino de Alemania en el 2011. Pero aquel fue un debut que abrió puertas en el ámbito local para las mujeres. Hoy, a 16 años de haber tomado una decisión que le cambió la vida, nos cuenta que la lucha porque las consideren como iguales, sigue vigente.
“Cambió bastante. Al profesionalizarse mejoró mucho la remuneración del femenino y también la exigencia física es mucha mayor”, aunque otro tema es la aceptación. “Eso mejoró bastante, igual sólo como asistentes, como arbitras centrales todavía los hombres se resisten, nos protestan mucho y a veces nos subestiman, todavía cuesta ganarse la confianza, más que nada de los que designan y no animan a poner a las chicas de arbitras centrales”, indicó. Para Estela, “en Oberá hay chicas con excelentes condiciones, pero todavía no debutaron de arbitras centrales”.
Desde aquel partido entre San Martín de San Juan contra Independiente de Rivadavia donde hizo historia, pasaron 11 años. Dice que aún quedan objetivos por cumplir, como el de dirigir un partido de Primera División. “Mis compañeras hacen de asistentes y yo a veces de 4º árbitro”, afirma.
“Si una chica se mete en el fútbol es porque conocé el folklore y sabe que los hombres van a ser más difíciles y muchas veces eso es lo que nos motiva más, es el demostrar que tenemos condiciones y que podemos estar a la altura de cualquier hombre. Pero bueno, todavía cuesta, más para las del interior, pero de a poco eso está cambiando gracias a Dios”.
Ser madre, parte de la vida
En su mejor momento, la vida le dio otra alegría. La de ser mamá. Claro que esto la alejo un tiempo de su trabajo. Pero lejos de achicarse, luego volvió con todo.
“Se me complicó dirigir en Argentino A porque tenía que viajar casi todos los fines de semana. Fue difícil, así que decidí no viajar tanto y eso hizo que perdiera espacio. Solo viajo a lugares cercanos o a torneos internacionales porque en Conmebol no puedo negarme a viajar. Igual fueron los primeros años”, recuerda.
“La maternidad es hermosa, pero en un ambiente competitivo como el fútbol a las mujeres nos frena bastante porque son casi dos años que hay que estar ausente y eso te hace perder mucho de lo que por ahí se va logrando. Son riesgos que uno debe tomar porque más allá del fútbol la felicidad pasa por otro lado y uno de esos motivos es la maternidad”, afirma.
foto GuíaOjoAlPiojo
Una pasión que sigue intacta
No está de más recordar sus inicios, cuando se recibió de profesora de Educación física, (siempre le gustó hacer deporte y la docencia) y decidió empezar un curso de perfeccionamiento en natación y a la vez con uno de arbitraje, solo por curiosidad. “Me terminó gustando más que el de natación y lo dejé y le di de lleno al arbitraje. Me atrapó al instante, sentí que ese era mi lugar donde tenía que estar”, cuenta con pasión, una pasión que hasta el día de hoy dice sigue intacta y que no se arrepiente de haber tomado aquella decisión. “No, para nada, fue la mejor decisión que tomé, porque tuve la posibilidad de viajar por todo el país y también por otros países. Y todavía sigo siendo arbitra de FIFA así que todavía podré tener algún torneo internacional, el año pasado estuve en Ecuador en la Copa Libertadores y este año hay chances de ir a alguno más”.